"Tengo miedo a los cristianos quietos. Terminan como el agua estancada".
(Papa Francisco)
NO BASTA ESTAR, HAY QUE
SER, SABER Y HACER.
(Lc.14, 25-32)
El
pasaje
bíblico expone de forma explícita
lo que implica ser verdaderamente discípulo de Jesús,
quien no se ilusiona al
ver una gran muchedumbre detrás de él, pues el hecho de que estén ahí no es garantía de una adhesión a su persona y a su
proyecto; muestra de ello lo vemos en la
posterior escena de abandono y traición cuando
la multitud gritaba: “crucifícalo, crucifícalo”.
(Lc. 23,21)
El evangelista
San Lucas, alude a quienes transitan por el camino de Jesús, pero no caminan como discípulos suyos, lo
cual constituye una crítica
indirecta a los discípulos aparentes, a los
que están en el grupo cristiano pero no son cristianos de verdad. (P. Adalberto
Sierra)
Las
palabras
de Jesús conducen a
reflexionar sobre dos aspectos.
LAS EXIGENCIAS DEL
DISCIPULADO.
- Elegirlo a él. Lo cual conlleva a darle un lugar prioritario en la escala de valores de la persona y por eso es antepuesto en la pirámide a las relaciones familiares, las cuales juegan un papel esencial, y de influencia en la vida de todo ser humano; de manera que si esa influencia o relación conducen al pecado y por ende a la muerte y rechazo de Dios, el rechazo al pecado debe ser tan fuerte, que conduzca al rechazo de la familia y manifieste la preferencia por Jesús, de esa manera es comprendido el odiar como un rechazo al pecado; mas no un rechazo u odio a la persona. Ese rechazo queda bien expresado por la palabra odiar. (comentario de Aciperensa)
- Cargar con su cruz. Aquí se pone de manifiesto las consecuencias que implican seguirlo a él, no hace referencia a la muerte, sino a los rechazos y las burlas que tenían que pasar quienes cargaban la cruz inventada por los persas e institucionalizada por los romanos, con lo cual buscaban hacerla más pesada y humillante; en este caso, son los rechazos y humillaciones de una sociedad que desprecia el proyecto de Jesús. Por tanto cargar la cruz es asumir el rechazo y la humillación a causa de Jesús y su proyecto.
- Renuncia los bienes. La renuncia no es una satanización ni rechazo a los bienes materiales, el rechazo está dirigido al egoísmo y apego que el discípulo pueda tener a dichos bienes, lo cual conduce a la miseria de otros, a la injusticia, división y muerte; por ende, el rechazo es el desapego y la libertad para poner todo los bienes a disposición de la propuesta que tiene Jesús de construir un sociedad justa, caritativa y de igualdad. Criterios de la implementación del reino de Dios que Jesús propone. Luego entonces, sus discípulos han de tener la libertad, mediante la renuncia a sus apegos, para trabajar por dicha propuesta.
La única forma de que el ser humano pueda entender con
equilibrio el mayor número posible de necesidades
(personales, corporales, materiales y espirituales) es construyendo con los
demás esa nueva sociedad que exige el Reino y eso es labor de cada día. (Comentario
de La Biblia de nuestro pueblo)
LA IMPORANCIA DE LA TOMA DE CONCIENCIA SOBRE LO QUE ES SER DISCÍPULO.
El segundo aspecto que podemos ver en el pasaje tiene que ver con la toma de conciencia de lo que implica aventurarse a ser discípulo de Jesús, pues de esa toma de consciencia, que conduce a la responsabilidad, nace la diferencia entre el que ¨está en el grupo pero no es del grupo y el que verdaderamente es discípulo”, es decir los que van en el montón sin asumir responsabilidad con la propuesta de Jesús.
El segundo aspecto que podemos ver en el pasaje tiene que ver con la toma de conciencia de lo que implica aventurarse a ser discípulo de Jesús, pues de esa toma de consciencia, que conduce a la responsabilidad, nace la diferencia entre el que ¨está en el grupo pero no es del grupo y el que verdaderamente es discípulo”, es decir los que van en el montón sin asumir responsabilidad con la propuesta de Jesús.
La toma de
consciencia nace en primer momento de saber qué implica ser discípulo,
por eso Jesús expone las exigencias
de preferirlo a él, cargar
la cruz y renunciar a los bienes materiales. De esta manera,
sabiendo lo que exige Jesús, el seguidor
hará como en todo proyecto, una
planeación en la que mirará cuáles
son los recursos con los que cuenta para emprender el seguimiento,
pues no basta arrancar con la primera opción por el Señor y por el reinado/reino, este es un proyecto que hay que
concluir.
Para dar a
entender la importancia de planear, Jesús
acude a dos parábolas. La construcción de una torre y la batalla que emprende
un rey.
En ellas expone que
quien deja la torre empezada o se
rinde ante la batalla, es el cristiano
que emprende la tarea de seguir a Jesús para combatir y construir una nueva
sociedad que llegue hasta Dios, distinta a la sociedad injusta y pecadora a
la cual desafía tratando de demostrar que está errada desde sus cimientos
y no puede proporcionar la felicidad, pero
luego al no poder responder a las exigencias del discipulado, se queda
frustrado sin poder terminar su proyecto
siendo burlado por los de dicha
sociedad, o sometido por su oponente, llevándolo a ratificar que dicho proyecto
de instaurar el Reino de Dios, es imposible.
No calcular bien en la
planeación es no saber cuáles son las
exigencias del discipulado y desconocer los recursos con los que se cuenta
para emprender la construcción y la batalla. Si la persona pretende hacerlo
solo, fundamentado en la arrogancia, el egoísmo e individualismo y se olvida que
cuanta con la Gracia de Dios y la fuerza
del Espíritu Santo, termina frustrando su proyecto o perdiendo su batalla, al
sentirse impotente e incapaz.
ENSEÑANZAS:
1.En el pasaje bíblico
encontramos un cuestionamiento sobre
la calidad de nuestra relación con Dios,
lo que nos lleva preguntarnos si estamos en una relación de inconciencia y
conveniencia, que se soporta en el interés personal, la
falta de responsabilidad y
la apariencia creyendo que basta
estar para ser; o por el
contrario, nos encontramos en una relación de discipulado en la que
asumimos las exigencia de Jesús.
2. La inconciencia y falta de
responsabilidad ante las exigencias de
cristianismo, por parte de quienes ostentamos
ser discípulos de Jesús, son la fuerza del argumento de quienes consideran
que ser cristiano es un proyecto
frustrado que no tiene sentido para transformar la sociedad y alcanzar la felicidad.
3. Es probable que en muchas ocasiones hayamos asumido el impulso de construir el reino de Dios o nos hayamos llenado del valor para emprender la batalla personal de no someternos al poder
del pecado; no obstante, nos hemos olvidado de contar con la
Gracia de Dios y la fuerza de su Espíritu,
terminando en la frustración de nuestro propósito
al sentirnos llenos de incapacidad e impotencia humana.
EN
LA FIESTA DE LA NATIVIDAD DE LA VIRGEN MARÍA.
Con el nacimiento de la Virgen María nace un ejemplo perfecto de discipulado. Ella
asume de manera consciente las
exigencias del Señor, pone la fe
en la escucha y cumplimiento de la
Palabra, antes que la relación de
madre e hijo, ella carga con la
cruz de su Hijo, asumiendo las consecuencias de ser la Madre de
Mesías y, se despoja y pone todo
lo que tiene al servicio del Plan Divino
en la construcción de una nueva sociedad(el Reino de Dios entre los
hombres).
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