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La vida es un caminar...
y cada día que pasa un avanzar.

miércoles, 23 de diciembre de 2015

Formación y desarrollo: BASTA UN POCO DE HUMILDAD PARA APRENDER DE LOS DEMÁS.

“Nunca he encontrado una persona tan ignorante de la que no pueda aprender algo”.
(Galileo Galilei)




Basta un poco de humildad para aprender de los demás.

El aprendizaje  es un proceso  continuo en el que todos  los  días  podemos aprender y por ende crecer de manera integral ya sea para ser  más  productivos en el trabajo, para desarrollar mejor nuestro nivel de liderazgo  como para incrementar nuestra capacidad de  relacionarnos con las  demás personas.

Todos necesitamos  aprender ya que no somos perfectos sino perfectibles en cuanto  estamos en permanente proceso de  perfeccionar cada área de nuestra vida. El conocimiento y el aprendizaje es un proceso dinámico que  está en constante movimiento; notros aprendemos  de otros y  otros aprenden de nosotros, por eso cada situación de la vida es una  gran oportunidad para aprender algo de  otras personas. En mi proceso de crecimiento personal he tenido la  fortuna de conocer y relacionarme con  personas que teniendo mayor conocimientos y experiencias que yo, en diversas áreas de la vida, reflejan una actitud y disposición para aprender algo de mí, gesto de humildad que a su vez genera en mí un efecto búmeran, ya que me incita  de forma instantánea,  al deseo e interés por  aprender mucho más de ellas.

En tal sentido, es fundamental tener una actitud de  humildad que nos permita aprender  de los demás, aun de  aquellas personas que  erróneamente  podamos considerar que  no tienen nada que enseñarnos. Estar abiertos al aprendizaje siendo capaces de escuchar con atención a los demás, tener la  capacidad  de recibir  consejo,  retroalimentación o una  sugerencia,  es el reflejo de una  verdadera  actitud de aprendizaje.

Muchas veces sentimos temor de aprender de otros porque creemos que nos haremos vulnerables y por ende vamos  a perder  prestigio o estatus, nos cerramos a  la posibilidad de aprender  de otras personas porque nos consideramos sabios olvidando que el  sabio no es el que  cree que  lo sabe  todo, sino aquel que aumenta cada  día  su sabiduría en la escuela  de la vida, es el que  ha desarrollado el arte  de  vivir aprendiendo de  todos  los  que lo rodena; por  eso la persona sabia es humilde, está en permanente  crecimiento y con su actitud siempre  enseña  a los que lo rodean.

Al  contrario del hombre sabio, el soberbio considera que lo sabe todo, se cierra a la  posibilidad de  aprender  de los  demás y  por ende se cierra  a la posibilidad de crecer y aprender más.

Que importante es preguntarnos cada noche al finalizar  nuestra jornada ¿Qué  he aprendido hoy? ¿Qué personas me han dejado un aprendizaje para mi vida? Hacernos estas preguntas nos ayuda a hacer de la  vida una verdadera  escuela de aprendizaje y crecimiento.



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