“El talento gana juegos, pero el
trabajo en equipo y la inteligencia gana campeonatos”. (Michael Jordan).
Trabajo en equipo es
mucho más que una colección de talentos
aislados.
El
trabajo en equipo es una de las competencia fundamentales que necesita el personal de toda organización para alcanzar
los objetivos de la misma; no
obstante, resulta ser una de las
más complejas, carentes y difíciles
de desarrollar. Razón por la cual muchas
organizaciones no logran tener equipos
de alto rendimiento que les
permitan convertirlas en
organizaciones exitosas.
Aspectos como la mala comunicación, el desconocimiento
del direccionamiento estratégico y la ausencia liderazgo en la dirección suelen ser rasgos
característicos de muchas organizaciones, los
cuales se reflejan en la desmotivación, los pocos resultados, el
individualismo, los complicados climas
laborales y el poco compromiso de algunas personas, mientras otras se degastan inútilmente.
En
tal sentido, juega un papel fundamental la
tarea del líder, quien ha de
suscitar en los miembros de su equipo la inspiración y confianza
necesarias que les permita desarrollar la madurez emocional y técnica requeridas para ser capaces
de ponerlas a disposición de la colectividad; es decir, ayudar a cada sujeto que alcance un nivel de independencia y autonomía
que le permita relacionarse de manera interdependiente; lo cual implica tener la
capacidad de pensar y actuar como sujeto autónomo; para ser capaz de pensar y actuar como equipo.
Lograr
que un equipo sea de alto
rendimiento involucra muchos aspectos que hacen de esta, una tarea compleja, sin embargo quiero hacer énfasis
en siete factores que se requieren para la gestión de
equipos de alto rendimiento.
·
Definir un objetivo común. Es decir, que
todos y cada uno los miembros del
equipo tengan claro cuál es el norte,
cual es el punto de llegada, hacia dónde se
deben orientar todos los esfuerzos de manera colectiva. De
lo contrario será imposible llegar
ya que cada uno estará buscando su
propio objetivo.
Quizás el desconocimiento del objetivo
sea uno de los principales problemas de muchas
organizaciones. Aunque parezca algo sencillo y
muy común, en realidad no es
práctica común. Hay afán por
tener a la gente ocupada, por que
todos estén trabajando pero a veces inútilmente porque las personas no han comprendido cuál es el objetivo de su
trabajo.
·
Generar sinergia. Lo cual implica aunar esfuerzos en conjunto,
comprender que no es suficiente el trabajo por separado, que no funcionan las parcelas. Es
comprender que el todo es más que la suma de las partes. Para ello es necesario la cohesión del equipo descubriendo las
implicaciones que tiene el trabajo del uno en el trabajo del otro, y viceversa.
La carencia
de sinergia incide gravemente en
un equipo ya que reina el individualismo donde las personas se preocupan por
cumplir lo suyo, cada quien se
encierra en su parcela bajo la falsa idea la
de pensar que el
esfuerzo de uno puede ser mayor
que el esfuerzo de todos.
·
Comunicación. Fundamental esta parte ya que implica mucho más que trasmisión de información, involucra las
relaciones, las maneras de expresarse, la escucha empática y el saberse comunicar las ideas adecuadamente.
La mala comunicación induce a la pérdida
de tiempo, recursos y esfuerzos
físicos y emocionales.
·
Óptimo rendimiento. Está
relacionado con los resultados de calidad que suscitan la
confianza en el líder y entre los mismos miembros del equipo. Los resultados no tienen que ver solo con el
número, sino con el proceso y la implicación de los miembros en la consecución
de los resultados.
Cuando hay un logro individual hay satisfacción
en uno solo y quizás en los demás hay malestar o envidia, muy
diferente a lo que sucede
cuando el equipo se siente
implicado, todos participaron en el proceso, todos aprenden, se unen y al final
celebran los logros de manera colectiva.
·
La flexibilidad. Un equipo alcanza alto rendimiento en cuanto es capaz de
adaptarse en la mayor brevedad
del tiempo a nuevas situaciones y
nuevos retos que se le presenten. Todos los equipos
de trabajo pasan por
diversas etapas donde hay decaimiento emocional
y falta de conocimiento técnicos ante nuevas situaciones, la fortaleza está
en ser capaz de reponerse en la mayor brevedad
del tiempo de esas
situaciones de decaimiento para
recuperar el nivel y
alcanzar los resultados esperados.
·
Reconocimiento. El líder valora los logros del
equipo, destaca lo positivo y de igual
manera incentiva a que cada miembro del
equipo sea capaz de reconocer
al otro en sus fortalezas y capacidades.
Toda persona aunque no busque el elogio de su trabajo, experimenta alegría y motivación al ver que
sus esfuerzos, capacidades y aportes son valorados por los demás. La usencia de
este reconocimiento genera a su
vez el efecto contrario y puede disminuir el compromiso.
·
Motivación. Es
el alma de todo equipo de trabajo, el líder tiene una tarea fundamental en generar los incentivos necesarios que cada miembro requiere para mantener elevada
su motivación. Sobre todo ha de
generarse los espacios e
incentivos que conduzcan a la
realización de las personas donde encuentran su
mayor motivación y pueden dar lo
mejor de sí mismas.
Desarrollar
dichos
factores de igual manera implica un esfuerzo y una gestión inteligente del líder donde
debe aplicar a su equipo
las técnicas apropiadas según la realidad de
cada persona y de cada
equipo, lo cual exige de él un
alto conocimiento de su
gente y su equipo en general.
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