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miércoles, 6 de noviembre de 2013

Froamción y desarrollo: NO HAY CALIDAD SIN CAPACITACIÓN DE CALIDAD.





“La capacitación es un lujo del cual nunca se puede tener suficiente. No existe punto de saturación en el saber.”
 (Tom Watson)

No hay  calidad  sin capacitación de calidad.




El interés por el tema de la calidad, día a día ha tomado más fuerza en el campo empresarial, de modo que las empresas han venido asumiendo con mayor compromiso la tarea de que sus servicios y productos sean de calidad, pues han comprendido que si se quiere ser competitivo, mantenerse y crecer en el mercado, este debe ser tema número uno en sus agendas y planes estratégicos.

Aunque sea cierto que existen varios factores o elementos que inciden para que haya un producto o servicio de calidad, entre los existentes, juega un papel fundamental dentro de la gestión del talento humano, el proceso de capacitación, visto como un factor determinante en la mejora continua de la calidad en una organización.

En consecuencia, las competencias del personal en una organización inciden de manera determinante en la calidad de los demás procesos y en los resultados de la misma. Pues, si se quiere obtener un producto o servicio de calidad es indispensable contar con un talento humano competente y cualificado, que sea capaz de afrontar los retos y desafíos de un mundo cambiante.

Quizás en muchas organizaciones exista la idea de suministrar capacitación a sus empleados, confundiendo este proceso con incipientes iniciativas que brotan de un tema de moda, la buena voluntad de los directivos y en el peor de los casos del azar. Actividades que se constituyen en momentos aislados de los objetivos organizacionales y de la realidad, sin continuidad y carentes de planificación.

Por consiguiente, tal situación exige de los gerentes y directivos en general un reto, en su gestión, de conducir a sus organizaciones hacia la calidad mediante una adecuada gestión del talento humano dándole fundamental importancia al proceso de capacitación de tal manera que sea planificado, pertinente, permanente y con reales posibilidades de aplicación; de forma que suscite el mejoramiento del trabajador, aumentando su motivación, su calidad de vida y la actualización necesaria que requiere para afrontar los nuevos retos de la empresa y lograr mayor calidad en el desempeño de su labor.

En  tal sentido,  la  capacitación tiene una doble orientación. Por un lado hacia la  empresa, en cuanto permite la  consecución de  sus objetivos, aumenta la  productividad y mejora la calidad  del servicio o  de  los  productos permitiéndoles ser más   competente  en el mercado,  como afirma   Marta  Alles( 2007)  ¨ cada  vez  que  en la  empresa  se plantea  el  tema  de  la  capacitación, lo  que  está  en juego  es  la forma de  difundir  conocimiento,  promover  su aplicación práctica en pos  de la  obtención de  resultados  concretos y generar  los  cambios necesarios  para  continuar  compitiendo en  el  mercado¨

Por  otro lado la  capacitación  está  orientada  al trabajador   en  cuanto  le permite formarse integralmente,  estar   motivado en su trabajo, crecer en conocimientos y habilidades, realizarse  como  profesional  y como persona.  Lo  plantea  así   Miquel  Porret  al  decir ¨ podríamos  concluir  por nuestra  parte  que  se  trata de dotar  de conocimientos  técnicos  y  psicológico  a los  empleados para  que  puedan desempeñar  mejor su  actividad  y mejorar  su  profesionalidad  haciéndoles posible  escalar  puestos  de  mayor  responsabilidad¨.

La relación que existe entre capacitación y calidad implica comprender que no solo es fundamental la capacitación para la calidad en los resultados de la empresa; sino, que la misma capacitación requiere ser un proceso que se realice con calidad, aspecto en el que se suele fallar con frecuencia, lo cual conduce a que se realicen acciones de capacitación poco efectivas.

Al  respecto José  Manuel  Garcia López  Hace  referencia a  esta  relación  afirmando que  ¨ También existe normatividad de calidad al respecto de la capacitación, quizá debido a que la capacitación es un proceso determinante en el aseguramiento de la calidad de los productos que deben cumplir con sus estándares de calidad, de tal forma, que se tiene el grupo de normas ISO 10015, que son un anexo de las normas ISO 9000, la mismas que hacen referencia al diagrama de Shewart, mejor conocido como cíclo de Deming el cual establece que toda actividad sistematizada se debe: Planear, Hacer, Verificar y Actuar; la norma ISO 10015 señala que un sistema de formación y desarrollo de los recursos humanos para la calidad deberá contar con las siguientes fases: analizar, planear, hacer y evaluar.

Basado en estos preceptos y en el proceso de capacitación propuesto por Chiavenato,  se propone un modelo sencillo, fácil de estructurar y de seguir para administrarlo con mayor efectividad, combinando aspectos que señala Chiavenato como importantes y también los elementos que aporta la norma ISO 10015, Normas para el desarrollo de los recursos humanos en las organizaciones para garantizar la calidad de los procesos y productos que se elaboran en las empresas.
De tal manera queda claro, que para alcanzar  calidad en los  resultados de una  organización a través de los  aportes  de la  capacitación, es  fundamental realizar una  capacitación de  calidad.

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