"La
confianza es un edificio difícil de construir, fácil de demoler y muy difícil
de reconstruir."
(Augusto
Cury)
El triángulo de la confianza, clave para ejercer un cargo con
liderazgo.
Son
muchas las características que definen a un líder; el líder que
todos quisiéramos ser
y de igual manera el que quisiéramos tener como jefe en nuestro equipo de trabajo. No obstante, cada una de esas características
están
fundamentadas sobre la base de la confianza; lo que permite, que un
directivo a la hora de liderar a su
personal tenga influencia sobre ellos para
lograr que hagan lo que tienen que hacer sin sentirse vulnerados por la imposición,
el poder del cargo o la manipulación.
La
confianza es la base fundamental de toda relación interpersonal, cuando esta es débil
la relación es débil, insegura y conflictiva. Quizás alguna vez hemos tenido que trabajar en un equipo donde terminamos obedeciendo
movidos por el miedo, los intereses
personales, la imposición; más no por
la confianza en ese directivo y mucho
menos por la convicción en lo que
estamos haciendo.
Una
acción directiva que se realiza
sobre bases del liderazgo, se mueve siempre
bajo el triángulo de la confianza,
lo cual implica que podeos ver en esa persona:
1.
Integridad. Es la parte que corresponde a lo más
profundo del ser, va a sus raíces,
lo que es como persona, donde están sus principios y valores. La integridad tiene
que ver con la correlación armónica que existe, entre la manera de pensar, sentir y
actuar; y se manifiesta mediante
la congruencia (relación entre pensamiento
y sentimiento), la consistencia (relación entre sentimiento y acción) y la
coherencia (relación entre pensamiento y acción). Ser integró implica ser coherente,
consistente y congruente siempre y en todo lugar, tanto en la vida pública, como
la vida privada e interior. Es eso lo
que genera precisamente la confianza en los demás, ver en cualquier lugar y en cualquier
momento a la misma persona, que siempre actúa bajo los mismo principios y
valores. En tal sentido cuando un
directivo es integro, se gana el respeto de su equipo, lo ven con autoridad y su
mera presencia suscita influencia sobre ellos.
2.
Capacidad. Está relacionada con los recursos y actitudes que tiene una persona para
realizar una acción. La capacidad involucra el saber y el poder. Es decir
que un directivo que lidera, genera confianza porque sabe, porque tiene formación, tiene
conocimiento por experiencia; pero no solo sabe, sino que puede hacer,
puede poner en práctica lo que sabe ya
que tiene las
facultades, cuenta con las condiciones.
Cuando un directivo manifiesta tener conocimiento y refleja sus habilidades, es decir muestra sus competencias
en el trabajo, es un directivo que inspira confianza. Es una persona que actúa desarrollando su inteligencia ejecutiva.
3. Responsabilidad.
Manifiesta la
constancia en la capacidad, la permanencia en hacer bien una y otra vez lo que
tiene que hacer. La responsabilidad además hace que una persona sea consciente
y agente activo de algo, la
responsabilidad está ligada a la
proactividad, actitud clave para hacer
que las cosas sucedan. Esta responsabilidad genera confianza y seguridad;
manifiesta efectividad o éxito que se refleja en los resultados. Un directivo que es responsable
suscita confianza en su equipo ya que ellos confían en que siempre estará ahí,
que siempre actuará, se anticipará a las cosas, que es efectivo en su capacidad
y en sus resultados.
Por
ser un triángulo los tres aspectos que he
descrito de la confianza han de
estar siempre vinculados de manera armónica
e interrelacionada y en la medida que un
directivo pone en práctica dichos aspectos, tiene la garantía no solo de ejercer
un cargo, sino de ejerce un cargo con liderazgo en el cual suscita confianza e
influye de manera positiva con autoridad sobre su equipo de
trabajo.
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