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La vida es un caminar...
y cada día que pasa un avanzar.

jueves, 15 de agosto de 2013

Reflexionando desde la poesía. ESTADOS DE ANIMO

“Unas veces me siento como pobre colina, 
y otras como montaña de cumbres repetidas”. 
(Mario Benedetti) 


¿Acaso no ha experimentado  alguna vez en su  vida momentos en los que siente  interiormente tanta energía que es capaz de salir a  conquistar el mundo, sonreír a la vida y  verlo todo  color de rosa? O  en otros momentos, y quizás en las mismas circunstancias ¿ha sentido que es tan poca esa energía  que no es capaz de luchar ni por el más noble ideal,  todo lo ve oscuro y la mala cara se  convierte en su carta de  presentación?

 Cuando eso sucede, se desarrolla en nuestro cerebro un  proceso  psicológico y neurológico el cual  suscita  los estados de ánimo que nos  conducen a pensar y sentir que hay días buenos y días malos, días grises y  días  coloridos según sea el estado en el que nos encontremos.

Afrontar tal situación implica tener presente que: “no es el mapa  lo mismo que el territorio”, en otras palabras, la realidad no es lo mismo que la percepción o  representación mental  que cada persona  tiene de ella. La realidad sencillamente es;  no obstante, en cada uno de nosotros varía la manera de situarnos,   sentirnos  y  reaccionar ante las diferentes situaciones de la vida, todo depende de  la manera que cada uno vea y perciba la realidad.

Dice el alemán Anselm Grün: “ Y cuando te sorprenda un día lluvioso, cuando en tu  alma todo  se vuelva más obscuro, confía en que tampoco  esta situación será  duradera. Vendrán días en que de nuevo  brille el sol. Acoger y  soltar, en esto  consiste el arte  de vivir cada día como regalo venido de la mano de Dios”. 


Al respecto del tema, desde otro campo diferente a la neurología, psicología o la  psiquiatría,  que abordan científicamente un tema tan complejo como este, me  traslado a la literatura para compartirles en esta ocasión un escrito que revela  en el lenguaje poético la manera cómo  el autor uruguayo, Mario Benedetti, ilustra de forma  metafórica esta experiencia de la vida  humana. 


ESTADOS DE ÁNIMO

Unas veces me siento
como pobre colina
y otras como montaña
de cumbres repetidas.

Unas veces me siento
como un acantilado
y en otras como un cielo
azul pero lejano.

A veces uno es
manantial entre rocas
y otras veces un árbol
con las últimas hojas. 

Pero hoy me siento apenas
como laguna insomne
con un embarcadero
ya sin embarcaciones
una laguna verde
inmóvil y paciente
conforme con sus algas
sus musgos y sus peces,
sereno en mi confianza
confiando en que una tarde
te acerques y te mires,
te mires al mirarme.


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