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La vida es un caminar...
y cada día que pasa un avanzar.

lunes, 19 de agosto de 2013

Formación y desarrollo. Tercer hábito: PONER PRIMERO LO PRIMERO.

“ Lo que es importante para otro, debe ser para ustedes tan  importante como lo sea ese otro”. 
(Stiphen Covey)

Tercer habito. PONER PRIMERO LO PRIMERO

Quizás en alguna ocasión  ha finalizado el día, la semana, el mes o el año, y al pasar ese tiempo siente en su interior la insatisfacción de ver que hizo tantas cosas y que se ocupó tanto,  pero que  en el fondo no hizo nada significativo que contribuyera valor a  su vida; lo cual le conlleva  a la frustración personal  y a  la baja  motivación en el trabajo,  la vida familiar, social  y  personal.   

Para  afrontar tal situación que  resta tanta energía interior, a raíz  de una mala gestión emocional del tiempo, entra en juego la importancia de aplicar permanentemente en la vida  el tercer habito   propuesto por  Stephen Covey el cual consiste en  poner primero lo primero.

Hay que considerar que para poner primero lo primero, es necesario estar focalizado; es decir,  haber establecido o identificado un centro equilibrado de principios que determinen las relaciones con los demás e  integre la dimensiones dela vida (la familia, el trabajo, la amistad, la fe), este centro permitirá definir lo qué se quiere alcanzar, definir una visión y unos objetivos claros, de manera que  todo lo que  se hace está  alineado con los objetivos y dicho centro.

Instalar este hábito va más  allá de aplicar técnicas de administración del tiempo con  horarios, agendas o cronogramas, las cuales corresponden al paradigma de la eficiencia y el control  del tiempo, es decir hacer más cosas en menor tiempo, que termina  llenando la vida de fatigas y  cosificando a las personas. Poner primero lo primero es dar importancia a las personas por encima del tiempo, fundamentado en la filosofía  que da prioridad a  las relaciones sobre los horarios.

¿Cómo hacer entonces para actuar sin caer en la  rutina, fatiga  y cúmulo de compromisos apremiantes que en el fondo solo dejan cansancio e insatisfacción?
Para salir  de ese torbellino es necesario en primera instancia tomar consciencia de la  diferencia que existe entre lo importante  y lo urgente. Lo importante es aquello que proviene de dentro, es decir del centro de los principios que  se han definido, de la misión  y visión.  Lo urgente  es aquello que proviene de afuera, de la presión del entorno y de lo social, de lo que los demás te imponen.

Para aplicarlo de manera práctica viene a ser muy provechosa la  utilización de una matriz de administración del tiempo fundamentada en cuatro cuadrantes que deben regir permanentemente el actuar de cada persona. La clave está e identificar en qué cuadrante está aquello que se programa o se va a realizar.

1
Importante
Urgente

2
Importante
No urgente
3
No importante
Urgente

4
No importante
No urgente
                                                Gráfica: cuatro cuadrantes

Poner primero lo primer es priorizar que implica desarrollar una actitud proactiva y de liderazgo, para ello hay que situar el cuadrante dos como rector de la vida,  programar y poner siempre lo importante como primero, no dejar que las cosas importantes estén a merced de las urgentes, es no dejarse acumular y gobernar  por pequeñeces que surgen al instante. Hay que afrontar el cuadrante tres donde están las cosas del día a día que distraen, agobian y ocupan el tiempo, de igual manera desechar las del cuatro que no tienen sentido pues ni son importantes ni son urgentes, en cuanto a las del uno, hay que mantenerlas ya que su carácter de importancia las hace irremplazables y no desplazables es decir si surge algo urgente y tiene carácter de importante se le da prioridad. La pregunta clave al aplicar estos cuatro cuadrantes es ¿esto es urgente o es importante?

Una manera práctica de hacer una programación basada en las relaciones se debe fundamentar en estos seis pasos:

1. Conectarse a  la misión, es  tener claro cuál es el centro que permite identificar lo importante.  

2. Identificar los diversos papeles que se desempeñan en la vida,  es decir en las relaciones, como por ejemplo: el papel que se juega como miembro de una familia (padre, esposo(a),  el papel en el trabajo (director, administrador), papel social como miembro de la comunidad (vecino, ciudadano). Es importante ubicarlas por orden de importancia.

3. Definir las metas que demanda cada papel que se desempeña. Qué se busca alcanzar en cada papel.

4. Organizarse semanalmente,  esta será la mínima unidad de tiempo sobre la cual se programa, ya  que la programación diaria corresponde a lo urgente, aquí se coloca lo importante y lo demás vendrá después.

5. Aplicar la integridad es decir garantizar que lo que  se haga siempre este alineado con la misión, con los papeles y sus metas; además se debe equilibrar la programación teniendo presente todos  los papeles y las metas que demandan.

6. Evaluar permanentemente, es revisar permanentemente  cómo va, si se está aplicando la integridad, se revisan las metas de cada papel.


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