CAMBIO DE MENTALIDAD,
ACTITUD FUNDAMENTAL PARA EL ÉXITO
Una reflexión sobre el cambio a partir del texto bíblico de Lucas 5, 1-11.
Una reflexión sobre el cambio a partir del texto bíblico de Lucas 5, 1-11.
La
experiencia de Pedro y los dos discípulos que lo acompañaban, no dista de la
experiencia de nuestra vida, es decir vivir tras el propósito de conseguir el éxito, obtener
resultados, éxito que muchas veces no logramos y por el contrario solo
obtenemos fracaso y frustración en nuestra propia vida. Acaso no nos hemos visto muchas veces
en la actitud de estos hombres del
Evangelio, situados en la orilla, lavando nuestras redes con las barcas
paradas, pasando el trago amorgo de un intento fallido, con el deseo de no
continuar más, dando por finalizada
nuestra misión, no queriendo continuar más con nuestro propósito.
Ante
esta experiencia de la cual no estamos exentos nosotros, la Palabra de Dios en
este texto Lc. 5,1-11, nos permite descubrir algunas pautas fundamentales para
salir de la frustración y el fracaso de no realizar nuestros propósitos de
vida, llámense fracasos personales, familiares, financieros, laborales y
espirituales, que mantienen a millones de persona en la infelicidad y el sin
sentido de la vida, realidad que conduce a multiplex situaciones de violencia
contra los demás y contra sí mismo, e incluso el suicidio.
La
tesis de esta propuesta se fundamenta en
el cambio de mentalidad que requerimos
para poder renovar nuestros métodos y procedimientos, con los cuales afrontamos
los retos y propósitos de nuestra vida. Si cambiamos nuestra mentalidad, cambiaremos nuestros sentimientos
y acciones, es decir nuestros métodos y procedimientos; y por ende cambiaran
nuestros resultados. Viviremos
diferentes y haremos que otros vivan mejor. Entender este planteamiento
significa creer que el ser humano es: lo
que él piensa que es. La persona es lo que sean sus pensamientos, las ideas
que tenga de sí mismo, de los sucesos de la vida y de la realidad que lo rodea.
Afirman al respecto alguno experto en el estudio del cerebro, que una persona
tiene en un día 60.000 pensamientos promedio, y el conjunto de esos
pensamientos constituye la mentalidad de una persona. Es así que el
pensamiento, la mentalidad o la forma de pensar que predomine en una persona,
determina sus sentimientos, sus acciones y su destino o su porvenir. Si pienso
bien, siento bien, atraigo bien, actuó bien y tengo buenos resultados, es
decir, tengo pensamientos elevados, si pienso mal, siento mal, atraigo mal,
actúo mal y tengo malos resultados, pensamiento bajos, como lo explica el Dr.
Wyner Dyer.
Ahora,
qué hay que hacer para cambiar nuestra mentalidad? Al respecto podremos
encontrar abundante información, en videos, literatura, conferencias, cursos
para alcanzar el éxito en la vida, la programación neurolingüística,
reflexiones que están fundamentados en este postulado esencial de la
importancia de la mente y sus
pensamientos.
No
obstante, a partir del texto bíblico que estudiamos, analizaré algunas ideas claves para empezar
un cambio de mentalidad.
1. (V
3) Dejemos subir a Dios en nuestra barca
¨Subiendo a una de las barcas…¨ y
creamos en su Palabra. (V 5) ¨Pero ya que
lo dices echaré las redes¨
Esto es darle a Dios un lugar fundamental en nuestra vida y en nuestra
historia. Dejemos que él sea el centro
de nuestra vida, que guie nuestra barca y sobre todo que estemos dispuestos a
acoger su enseñanza, es decir que la información que nutra y eduque nuestra mente provenga fundamentalmente de él,
de su Palabra y su testimonio de vida.
Lo anterior, implica estar plenamente
convencidos que Dios es el centro de todo, que el todo es él, que de él
provenimos, hacia él estamos atraídos y sin él nada podemos, así como lo
entendió San Agustín: ¨nos has hecho para
ti, y nuestro corazón no haya sosiego hasta que descansa en ti ¨
(Confesiones de San Agustín Libro 1, 1, 1-2,2; 5,5 CSEL 33,1-5); implica hacerse discípulo del Jesús, seguidores de él
para vivir la vida como él nos enseñó a
vivirla; realizar nuestra misión según sus instrucciones, (mt. 10, 5-15;
Mc. 6,7-13; Lc. 9,1-6)
Creer en su Palabra, es estar
seguros que aunque hayamos fallado muchas veces, soportados en la fe,
podemos lograr y hacer posible lo que
con nuestra antigua manera de pensar no
habíamos podido lograr. Es hacer posible lo que para los hombres es
imposible. (Mt. 14, 29-30; Mc. 5, 25-30)
2. Apartémonos
de la orilla procesualmente. (v. 3)¨Y le pidió que se apartara un poco de la
orilla¨ Contando
con la presencia de Dios en nuestra barca, es decir, sabiendo que no estamos
solos, cambiar de mentalidad implica darse la oportunidad de empezar el proceso
de cambio renunciado a aquellos mitos,
paradigmas y esquemas mentales que no nos permiten ser exitosos en nuestra
misión, es asimilar nuevas formas de ver la vida, pensar diferente a cómo piensa el montón, como
dice el poeta norte americano Robert
Frosf: ¨dos caminos se bifurcan en
un bosque y yo tomé el menos transitado,
y eso marco la diferencia¨ .
3. Seguir
remando hasta las aguas profundas y tirar las redes, quiere decir que no basta recibir la
información y tener nuevos pensamientos, hay que ser constantes y ejercitarlos
en las aguas profundas, donde se pone en juego el desarrollo de la vida y la
fe. Es el momento de la
acción, Remar mara adentro e ir a la
profundidad, requiere, poner en practica la nueva manera de pensar y de ver la
realidad, ejercitar lo que hemos
aprendido, vivir la vida con una nueva
manera de pensar y de actuar dejando atrás nuestras seguridades, paradigmas y
especialmente los apegos a cosas, ideas, estructuras y personas que no nos
dejan avanzar.
Vaciemos nuestra mente de antiguos
paradigmas, pensamientos negativos, enseñanzas que recibimos y estructuraron en
nuestros esquemas mentales los métodos
erróneos que nos han permitido ser
exitosos en nuestra pesca.
4. ( v 5) ¨Maestro, hemos trabajado la
noche y no hemos sacado nada¨. Tirar las redes de día y no de noche. Es salir de las tiniebla y hacer las
cosas en la luz de una nueva manera de pensar, cambiar de mentalidad y lograr el
esclarecimiento de la vida, lo que
nos conduce a superar las
confusiones de la vida, cuando estamos en tinieblas por el pecado, el error y
la no definición de un proyecto de vida. Pescar de día es ya estar en una vida
nueva, renovada, el ejercicio de nuestra misión, es estar en un escenario totalmente diferente, es
empezar a sentir que todo cambia, es tener la claridad de nuestros objetivos en
la vida. Ver, sentirse y estar diferente.
5. Vencer el miedo. (V 9-10) ¨el
temor se había apoderado de él y de
todos sus compañeros por la cantidad de peces que habían pescado¨ , fortaleciendo
nuestras capacidades a un nivel superior (V 10 ) ¨en adelante será pescador de hombres¨. Comenzar
a ver los resultados abundantes que
provienen de un cambio de mentalidad y de la fe, suele suscitar en nosotros el
miedo, que se convierte en el principal enemigo para continuar adelante, miedo
que estanca, paraliza y suprime el desarrollo de las capacidades, se puede
empezar a sentir la limitación y a ver
los objetivos y los resultados como algo que desbordan nuestras capacidades.
En tal situación hay que afrontar ese
miedo con la voz de la confianza, llenándonos de fuerza de la voluntad,
entusiasmo y pasión para vencer esa voz de la duda que nos habla al oído
diciendo: no puedo, no puedo.
Ante esta emoción, del miedo, que cuando es mal orientada es tan nociva, es
importante alimentar nuestro hemisferio derecho del cerebro con toda la información positiva que
podamos para que venza en esa lucha interior a esa parte de nuestro cerebro
izquierdo que de manera cautelosa y desconfiada teme afrontar nuevos retos y cambios.
Hay
que aumentar la confianza en nuestras capacidades,
redescubrir y fortalecer nuestros
talentos. En el desarrollo de nuestros talentos, en hacer lo que sabemos qué
hacemos bien, mejor que otros y de manera diferente y especialmente en hacer lo que
disfrutamos hacer. Por eso Jesús le dijo a Pedro: ¨ahora serás pescador
de hombres¨, no les cambio el oficio porque
eso era lo que él y sus compañeros sabían hacer, y ahora lo seguirían
haciendo, pero en un nivel superior, con una nueva mentalidad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario