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miércoles, 18 de diciembre de 2013

Formación y desarrollo: LA IMPORTANCIA DE LA ASERTIVIDAD A LA HORA DE CORREGIR



“La diferencia básica entre ser asertivo y ser agresivo es lo que nuestras palabras y comportamiento afecta a los derechos y el bienestar de los demás.” 
(Sharon Anthony Bower)

Importancia de la asertividad a la hora de  corregir. 



Llamarle  la  atención o corregir a otra persona por haber realizado  una  acción inapropiada, ya sea a un subalterno o a alguien de nuestro  mismo nivel en la empresa,  suele  ser una experiencia incomoda que relacionamos inmediatamente con las palabras: disgusto o conflicto; razón por la cual  optamos por no  decir  nada  para  evitar  choques, o por el contrario afrontamos la situación de manera directa ya que nos consideramos con autoridad o demasiado  sinceros y preferimos  decirle  a los demás las  cosas de frente.

Ciertamente que  guardar silencio ante una acción incorrecta que  afecta un proceso organizacional, no es la mejor opción; como tampoco es la mejor opción pasar por encima de la otra persona y decirle las  cosas independientemente de lo que pase  después. Ya  sea que la persona se sienta herida y guarde silencio por temor al poder de quien le corrige de manera áspera, o  que reaccione de forma agresiva generando una situación de enfrentamiento. El problema no está en darle un feedback (retroalimentación) o corregir  a  otra persona cuando se ha  equivocado, de hecho es lo mejor que alguien puede hacer en un proceso de ayuda y de crecimiento, un apropiado feedbak o corrección, es un factor  estimulante y  generador  de confianza;  la  dificultad está en la manera inapropiada  con la que solemos hacer  un llamado de atención o  una  anotación sobre un error que  ha cometido otra persona en su  trabajo. 

Dar un feedback o hacer una corrección a  otra persona no puede tener otro  fin que ayudar a alguien a ver lo que otros pudieron  ver desde  un punto de  vista diferente, ayudarle a  corregir una mala acción o cambiar  una conducta inapropiada que le afecta a él y  a  otros. Dar un feedfack o corregir de manera apropiada es ser asertivos, que  es lo que en el fondo necesitamos para que nuestra comunicación sea adecuada.

Como estrategia y estilo de comunicación, la asertividad se diferencia y se sitúa en un punto intermedio entre otras dos conductas polares: la agresividad y la pasividad  (o no asertividad). Suele definirse como un comportamiento comunicacional en el cual la persona no agrede ni se somete a la voluntad de otras personas, sino que manifiesta sus convicciones y defiende sus derechos. Cabe mencionar que la asertividad es una conducta de las personas, un comportamiento. Es también una forma de expresión consciente, congruente, clara, directa y equilibrada, cuya finalidad es comunicar nuestras ideas y sentimientos o defender nuestros legítimos derechos sin la intención de herir o perjudicar, actuando desde un estado interior de autoconfianza, en lugar de la emocionalidad limitante típica de la ansiedad, la culpa o la rabia”. (Wikipedia)

Al respecto han surgido técnicas y herramientas que nos  ayudan a realizar  esta tarea de forma efectiva; pues, como  directivos o jefes de un equipo de trabajo, hacer una corrección a alguien que está a nuestro cargo y se equivoca, es un deber. No obstante, vale  destacar que tan importante, para ser asertivos,  es aplicar  las  técnicas y herramientas que existen para ello,  como desarrollar una  actitud empática hacia la otra persona, actitud que empieza  con acto de  generosidad y de comprensión hacia el otro. Pues no basta fingir que se  es asertivo porque se usan unas técnicas, la comunicación es  expresión de lo que hay en el interior. 

Buscando un equilibrio entre el uso de técnicas y la aplicación de la empatía dentro de una comunicación asertiva,  plantearé algunos aspectos importantes que se han de tener presente  a la  hora de dar un feedbak o hacer una corrección.

1.    Conocer lo que siente y piensa la  otra persona al respecto de la  situación en cuestión. Muchas  veces incurrimos en el error  de juzgar a la otra persona sin tener claro lo que está sintiendo y pensando. Nos quedamos  con la mera información que  de forma selectiva hemos tomado o  nos  ha llegado. Para  saber lo que el otro siente y piensa es necesario investigar lo que más podamos a través de preguntas, es fundamental tener la  respuesta que la otra persona nos  da y evitar sacar nuestras  conclusiones o darlo por evidente.

Ahora, no basta preguntar es importante escuchar  con atención a la persona, centrarnos  en ella no solo en sus  palabras, sino en sus expresiones corporales buscando descubrir sus emociones y  sentimientos. 

2.    Expresar el punto de vista objetivo. Después de haber  escuchado a la  otra persona y  haber hecho el mayor  esfuerzo de comprender su situación, es fundamental conducir a la persona hacia el punto objetivo de la  situación, orientarla hacia la  realidad de la cual ella se ha separado. Para ello es clave decirle que  se comprende lo que está sintiendo y lo que piensa; no obstante la organización, los objetivos, el proceso establece…

En este momento es clave remarcar la norma, el procedimiento o la directriz institucional, que se supone debe de conocer.  La persona a quien se  le hace la corrección o se le  da el feedback, ha de ser sacada de  su punto de vista personal hacia el punto de vista organizacional, con la claridad de que  ha sido escuchada y que se conoce su punto de  vista que en el momento se distancia de lo establecido por la organización. Debe de quedarle  claro que prima el interés del  equipo y organizacional sobre  el interés particular.

3.    Destacar aspectos positivos. Lo que suele hundir a la persona que se le hace un llamado de atención es la idea de creer que solo se le mira lo negativo, que únicamente se tiene en cuenta sus errores o faltas. Por ello es de gran importancia dejar ver que el objetivo no es aplastarle apuntando a lo negativo, por ende juega un papel  fundamental hacer mención de las  cosas buenas que  ha hecho, de lo positivo que tiene y que no es  opacado por  lo que necesita  mejorar, que quizás es menor, y se puede superar. De esta manera, la motivación que  se le da a la persona destacando lo positivo que tiene, evita que se desmotive y se sienta  ataca  hasta perder el  equilibrio  emocional.

4.    Establecer  acciones correctivas de manera inmediata. El fin de todo este proceso tendrá sentido o conducirá a resultados favorables en la medida que se puedan realizar acciones que  mejoren la situación en cuestión. De  ahí la importancia de definir las medidas correctivas apropiadas según sea el nivel de madurez  de la persona.

En tal sentido se pueden tomar dos posiciones:

·         Si la persona le falta madurez personal y técnica es  recomendable definir las acciones correctivas de manera clara y precisa, estableciendo metas cuantificables y cortas que pueda alcanzar de forma fácil y rápida buscando aumentar la motivación. Este proceso de mejoramiento, debe ir acompañado de una adecuada supervisión.
·         En el otro caso, si la persona tiene un mayor nivel de madurez personal y técnica, es  recomendable involucrarla con más  participación en la definición de las  acciones, se  le pueden plantear preguntas en las que ella misma defina las soluciones al problema. Las metas puedes ser más grandes y es preferible no  controlarla dándole autonomía y confianza. La revisión de los  resultados se han de hacer de manera  esporádica.

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