El pueblo que vivía en tiniebla vio una gran luz.
(Mateo 4, 12-23)
(Mateo 4, 12-23)
Este
pasaje del evangelio de Mateo nos
va introduciendo en el
inicio del ministerio público de Jesús
y el final de la
misión de Juan el Bautista. En
los versos que reflexionaremos, podemos distinguir
cuatro ideas claves para comprender
el pasaje.
1. Primera
idea: está relacionada con el fin de la
misión de Juan el Bautista quien da por
cumplida su tarea de ser el
precursor de Jesús y tiene que afrontar la
hostilidad de Herodes quien lo
manda encarcelar y
posteriormente lo manda decapitar.
2.
Segunda idea: se
refiere a la intervención de
Jesús en Cafarnaúm. Acción
que da cumplimiento a las
palabras del profeta Isaías.
La presencia de Jesús en este
lugar es signo de la luz que ilumina
las tinieblas, la muerte(pecado)
y que
da vida; además su intervención en esta tierra
de paganos es
signo de la universalidad de la salvación que se extiende hasta los no
judíos superando todo nacionalismo. Para hacerse participe de
esta salvación es fundamental
la conversión a la
cual invita Jesús. “ Arrepentíos porque
está llegando el reino de los
cielos”
3. Tercera
idea: corresponde al
llamado y la respuesta de los
primeros cuatro discípulos de
Jesús. La llamada a estos
cuatro hombres se caracteriza por
la fraternidad y la prontitud de su
repuesta, dejándolo todo
inmediatamente para seguir a Jesús quien
los hace pescadores de hombre.
4. Cuarta idea: se refiere al
efecto de la acción misionera de Jesús que se manifiesta
en la enseñanza, el anuncio del Reino y la
curación de los enfermos.
ENSEÑANZAS:
1. En una
sociedad como la nuestra que se caracteriza por la inmediatez
de las cosas, donde los proceso cada
vez son más rápidos a través
de la tecnología; suena interesante la actitud de los
discípulos mencionados en el
evangelio, quienes respondieron
con prontitud dejándolo todo, al instante, para
responder al llamado de Jesús.
Responder con inmediatez no significa que ante
la revelación de Dios nosotros
lleguemos a la perfección de la fe de
forma inmediata; sino, que asumamos una actitud de disponibilidad para seguir a Jesús, en un proceso de crecimiento
progresivo.
2. Llevar
una vida de confusión,
sin esperanzas e inmersos en una
realidad permanente de pecado, es vivir en las
tinieblas; de ahí que acoger
a Jesús en nuestra vida sea un camino de
iluminación que nos permite salir
de las tinieblas, para vivir en la luz
de la verdad.
3. Para los que tienen como meta en la vida
evolucionar permanentemente, esforzándose por ser cada vez mejor y preocupándose por cambiar aquello que les impide avanzar
en la vida familiar, profesional y
personal; esta invitación de Jesús a
la “ conversión” juega un papel fundamental;
ya que emprender un proceso de
conversión en la vida espiritual, es mejorar
en todas
las facetas de la
vida.
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