Quien manifiesta sentido de pertenencia hacia su organización, revela el sentido de preocupación
de su organización por él.
Sentido de pertenencia organizacional, un beneficio
mutuo.
Si
el
talento humano de
una organización es el
motor fundamental para explotar
los recurso que
esta posee y alcanzar sus objetivos. Una
tarea clave que tienen los encargados de
dirigir la organización es elevar
cada día más el
nivel de pertenencia hacia
la organización, por parte de
sus equipos de trabajo
ya que en la medida que estos
se sientan más vinculados y con mayor pertenencia, podrán incrementar su compromiso
hacia la consecución de resultados en pro de la misma.
Muchas
veces como directivo, se incurre en la idea de que la
gente en la empresa automáticamente
tienen que trabajar bien ya que para eso
fue contratada y para eso se
le paga,
y que por el mero hecho de ser
contratada han de estar
agradecidos con la empresa, dicho
pensamiento corresponde a los
modelos de dirección autocráticos propios de empresas poco humanitarias, con altos niveles
de tensión en sus climas laborales y poco
compromiso de su personal. El sentido de pertenecía es el resultado de una relación
de beneficio mutuo entre el
empleado y la organización.
Para
incrementar tal
sentido de pertenencia es fundamental
que el directivo trabaje en
aspectos determinantes de la vida organizacional tales como:
1. La
comunicación. Implica ir más
allá de la mera
trasmisión de información, es decir ha
de generar relación y
participación haciendo que las personas
se sientan parte de la
organización, se sientan importantes
y cercanos; que puedan
conocer lo que pasa en su organización y
puedan hablar de ella con propiedad.
2. La
participación. Crear espacios
de participación en los que las personas
se
les consulte, puedan aportar
ideas, sentir que los objetivos y estrategias
de la organización no son ajenos a
ellos sino que ellos han sido parte de su
construcción, lo que les hará sentir que son sus objetivos y las estrategias de su
organización sintiendo que ellos son
parte de la organización; evitando que
sientan que son las estrategias y objetivos
de sus jefes.
3. Bienestar
laboral. Es decir
contar con un adecuado sistema que
refleje la preocupación de la organización
por sus empleados, velando por sus
adecuado puestos de trabajo, por una remuneración justas y
proporcional a sus responsabilidades, un
sistema que favorezca el estímulo y
reconocimiento de los esfuerzos
e iniciativas de las
personas en la empresa.
4. Cultura
organizacional. La
cultura organizacional determina la
identidad de la
empresa, sus valores y principio; por eso en
la medida que estos estén bien definidos, socializados e implementados, se arraigaran en la mente y el corazón de sus empleados de manera que
lo vivirán no solo en la
empresa mientras cumplen un horario laboral, sino que los
reflejaran en cualquier lugar haciendo honor y alusión a
su organización.
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