Testigos de Dios.
(Juan 1, 29-34)
El
pasaje bíblico pertenece a un
conjunto de pasajes
bíblicos que exponen testimonios
sobre Jesús. El texto sobre el cual
reflexionamos presenta un monologo de Juan
el Bautista dando testimonio de Jesús en
el cual expresa básicamente dos
afirmaciones: que es el Cordero
de Dios y que es el Hijo de
Dios.
1. La primera afirmación está relacionada
con la misión de Jesús, este es el
Cordero de Dios que quita el pecado del mundo. Se trata de una expresión que tiene
una gran tradición en el antiguo
Testamento. En ella se funden las referencias a los cantos
del Siervo sufriente de Isaías y las
alusiones al cordero pascual
que se sacrificaba
para conmemorar la liberación del éxodo. El sacrificio
de un animal indefenso traerá la salvación al pueblo. El cordero simboliza la salvación de Dios que libera a su pueblo de la
esclavitud de Egipto. En ambos
caso el cordero es sacrificado,
y por ello en este título que Juan el
Bautista le da a Jesús
puede
verse una alusión a
su muerte como acontecimiento que trae la
salvación al mundo. La misión
de Jesús
es una misión liberadora que
requiere de él un sacrificio en el
cual entrega la
vida. (Tú tienes Palabras de vida ciclo A).
2. La segunda
afirmación de Juan el Bautista está
relacionada con la identidad
de Jesús como el Hijo de
Dios. El ah llegado a
esta afirmación mediante un conocimiento profundo gracias a una experiencia de
vida. Ha sido la presencia
del espíritu sobre
Jesús en el momento del bautismo
lo que ha llevado a Juan a esta afirmación de fe que en otros evangelios hace la
voz celeste. Solo gracias
a una revelación se puede
llegar a
“conocer” que Jesús es el
Hijo de Dios (Tú tienes Palabras de vida ciclo A).
ENSEÑANZAS.
1. En un mundo que cada
día se aparta más de la fe, que se caracteriza por su
creciente espíritu de secularismo
y escepticismo hacia a todo lo que
está relacionado con Dios; se
hace necesario que quienes se consideren hombre y mujeres de fe
asuman una actitud de testimonio, a
ejemplo de Juan el bautista, en la que sean capaces
de mostrar el sentido y el valor
que tiene la misión de Jesucristo para
este mundo; lo cual implica ser capaces
de perder el miedo de hablar
de Dios, perder la vergüenza de tener fe y asumir el reto de dejar
que la experiencia de Dios se
refleje en el actuar de la
vida cotidiana.
2. Para hablar de la misión de Jesús es fundamental tener
una experiencia de encuentro personal con su persona;
experiencia en la cual cada hombre y mujer pueda descubrir
su identidad, conocerle y vivenciarlo, para que a partir de
dicha experiencia pueda darlo
a conocer a los demás. Esto implica ser
capaces de sacar tiempo para
la oración personal, para el conocimiento de la Palabra de Dios y la
contemplación de Dios en el acontecer
dela historia.
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