"El sufrir merece respeto, el someterse es
despreciable".
(Víctor Hugo)
(Víctor Hugo)
No
someterse, no ser agresivo(a) para
ser asertivo(a).
Una
de las cosas
que más nos puede
costar en las relaciones
interpersonales ya sean de
amistad, de familia, laboral e incluso en
el primer encuentro
con una persona
desconocida, es saber cómo
reaccionar ante una
situación adversa cuando la otra persona
trata de vulnerarnos con un
gesto, una palabra, una actitud o una
acción.
Piensa
por ejemplo que estás
en una reunión de trabajo y
un miembro del equipo; y además amigo(a) tuyo, presenta ante tu jefe un informe en el cual
se atribuye todos los méritos y esfuerzos de la
le gestión que tú has realizado para
alcanzar satisfactoriamente los
objetivos propuestos en una
misión encomendada al equipo. Ante
tal situación hay varias vías de
reacción motivadas por nuestra
naturaleza humana; algunas más instintivas otras más conscientes y
racionales. Analicemos las diferentes
reacciones que surgen del ser humano
ante la adversidad, y sus
posibles consecuencias.
1. La
sumisión. Someterse sumisamente al adversario es
una reacción instintiva del ser humano, que en eso se
parece a algunos animales(por
ejemplo los cachorros de leones), quienes al enfrentarse
a enemigos más fuertes que ellos
optan por someterse volteándose boca arriba, lo que hace que el
enemigo se aleje. De igual manera los seres
humanos en muchas ocasiones optan
por someterse a
otras personas ya sea
por evitar confrontaciones, por experimentar temor ante el otro ya que se sienten más débiles,
como también por tener algún tipo
de dependencia con esa
otra persona lo que les
impide confrontarla. Volviendo al
ejemplo que he presentado
anteriormente, tomar una actitud
sumisa implicaría dejar que
ese compañero de equipo se atribuyera los méritos
de tu trabajo y no decirle nada, de
esta manera podrías evitar confrontaciones,
evitar que se disguste contigo dejando
que todo siga normal. Pero a
su vez, esta reacción que
en el momento puede permitir la
calma y que todo siga en paz, te puede conducir a una tormenta
interior en la que te sentirás inconformes
contigo ya que experimentarás frustración de no hacerte
valer y de sentir
que otro se aprovecha
de ti. No decir nada puede ser una
decisión que evite problemas en el grupo, que evite confrontaciones y discusiones
ante el
jefe, que revelarán indicios de malas
relaciones, de poco trabajo en
equipo y de que estás tratando de sobresalir ante los demás; pero no decir nada también puede conducir a que la otra persona continúe actuando
de la misma manera, cada vez que quiera
hacerlo. En tal caso la
sumisión implica experimentar calma fuera de ti y un tsunami en tu interior.
2. La
agresión. La agresión también es una
reacción primitiva en el ser
humano que al igual que los animales reacciona agresivamente ante el
adversario en busca de la defensa
y preservación personal. Quizás esta sea
la reacción más normal por la que
muchos optarían. Llenos de indignación por el mal proceder de un compañero
de equipo que usurpa tu trabajo llegas a
perder el control de tus
emociones y no faltarán palabras
para desmentirle y hacerle
quedar mal, e incluso tu
cerebro segregando cortisol se
dispondrá para la
agresión física si la
otra persona persiste y
continua contraponiéndose. En tal sentido, podrás sentir que haces
valer tu estima y tu
trabajo; es probable que logres que la
otra persona se lo piense dos
veces en una próxima ocasión cuando quiera meterse contigo. Pero por
otra parte, también experimentarás esa tormenta
externa, en tu interior, ya que te
has descompuesto emocionalmente, has
dado quizás una mala imagen y
la frustración de lo acontecido no tardará en llegar
a la conciencia experimentando
una agridulce ante lo acontecido. Por un
lado cierto aire de tranquilidad; por otro, el sinsabor de tu mala reacción.
3. La
asertividad. La asertividad
es una reacción más
evolucionada en el ser humano,
una acción más elaborada que
se produce en el neocortex o cerebro más
desarrollado. Implica un control
emocional y un proceso racional para abordar la
situación de la mejor manera sin perder el control
de la misma. Reaccionar asertivamente
conduce al incremento saludable de tu autoestima y el
desarrollo de tus relaciones interpersonales. En tal sentido volviendo
al ejemplo sobre el cual estamos reflexionando, una reacción asertiva implica abordar la
situación confrontando a tu
compañero sobre el informe
presentado, y el hecho de otorgarse los méritos
del mismo. Seguidamente se hace necesario tener
presente los tres pasos para ser
asertivo: en primer momento,
escuchar activamente a tu compañero
de equipo; escuchar bien qué
es lo que está
afirmando y por qué dice que él
es el responsable de los logros que en verdad no son suyos. Seguidamente se hace
necesario expresarle que entiendes lo que está
diciendo, que entiendes sus razones y quizás en algo
podrá tener parte de razón; no obstante, tú le
expresas tu punto de vista,
le expones la
verdad sobre lo acontecido y
comunicas claramente tu razones, y
de esa manera finalmente le
expresamos tu deseo de que corrija lo afirmado, le pides respetuosamente que no
continúe afirmando que el trabajo ha sido realizado por él y que
por favor hable
con la verdad.
De acuerdo a los
estudios realizados por autores
representativos se la asertividad
como es el caso de Daniel Goleman. Reaccionar de manera
asertiva te permitirá expresarte de
forma consciente, congruente,
clara directa y equilibrada, podrás defender tus
derechos sin la intención de
herir al otro, actuando desde un
estado interior de autoconfianza en lugar de la emocionalidad limitante de la
ansiedad, la culpa o la rabia.
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