COMPARTIENDO CONOCIMIENTO





La vida es un caminar...
y cada día que pasa un avanzar.

martes, 7 de enero de 2014

Formación y desarrollo: JEFES POBRES EN COMUNICACIÓN, RICOS EN DIFICULTADES.

 "Aprendamos a decir las cosas con presteza, claramente, de forma sencilla y con una determinación serena: hablemos poco, pero con claridad; no digamos más que lo que es estrictamente necesario."
(Emile Coué).

Jefes pobres en comunicación, ricos  en dificultades.



Ser  un buen comunicador(a) es una  cualidad fundamental en  el ámbito  laboral, de manera  especial  para  quienes tiene la responsabilidad de ejercer  el rol de jefes en una  organización; tan importante es la capacidad de comunicación, que la carencia   de  esta habilidad en muchos  jefes, es la  causa de grandes dificultades en el  clima laboral, en el desarrollo  de las  tareas de un equipo de trabajo y por ende en la   consecución de  los objetivos corporativos.

Este  artículo está centrado en la importancia y las  implicaciones  que  tiene en una organización,  la  calidad  de la  comunicación  de quienes  se desempeñan como jefes.

Siendo la  comunicación un elemento fundamental en la vida  del ser  humano y por ende en el  desarrollo  del diario vivir  de una  organización, es  importante  que  quien ejerce la difícil  tarea  de   ser  jefe,  tome  conciencia de  la  calidad  de su  comunicación.  Pues la  ausencia de  conciencia  sobre  la mala calidad en la  comunicación es  quizás  el principal problema que  tienen los  jefes en su  comunicación.  Lo hacen mal pero no son conscientes o no asumen que lo están  haciendo mal, por ello terminan  creyendo  que  son los  demás  los  que no los entienden a ellos,  olvidando que la  eficacia  de  comunicación  del emisor está en el receptor; es  decir,  en cuánto de lo que  se expresa es escuchado y  comprendido correctamente.   

La pobreza  a la  hora  de comunicar hace  al jefe  rico en dificultad. Pues  una  mala  comunicación trae  consigo una  cadena  de problemas ya  que  los demás  tendrán  que  hacer  un  esfuerzo para  entender  lo  que el jefe ha dicho, descubrir lo que no  dijo, saber  qué  piensa y  qué  es  lo  que  espera de su equipo de  trabajo; situaciones  que fomentan el chisme y los  rumores, conducen a la perdida  de la  confianza y aprecio, la gente  no sabe  cómo actuar en ciertos  casos, hay desconocimiento recíproco y toca  recurrir  a la  imaginación para  suponer  lo que  el directivo no dijo.

Comunicar  no es  solo hablar, ni  la  comunicación  está  limitada  a la mera transmisión de información, comunicar  va mucho más  allá. Tiene  que  ver  con la capacidad de saber  trasmitir la  información, saber  escuchar  a los  demás, informar  oportunamente, con la información precisa  y suficiente, saber expresar lo fundamental y  lo importante . El  jefe  que se  comunica  adecuadamente es  cercano, conoce y  se  relaciona  con  su gente,  se implica  en las  situaciones de  la empresa de  donde recibe información de primera  fuente sobre lo que  está  sucediendo.

Propongo algunas claves importantes que aplicándolas correctamente le permiten a un jefe mejorar su comunicación.

1.    Comunicar con precisión  la información que   trasmite. Quizás una  de las  dificultades más  frecuentes  que afronta un empleado  es la imprecisión de la información que  le  trasmite  el jefe. Por  ello, como jefe hay que  esforzarse  siempre  en ser preciso a la  hora  de  dar una información;  es  decir, estar  atento al grado de  exactitud o especificidad que  se aplica  en el  mensaje, buscando que el receptor comprenda adecuadamente el alcance del mismo.
En su texto  “no le  entiendo jefe”,  Ignacio Arizmendi Posada dice: la precisión optimiza la  claridad, le  da luz al hacerla más  plena porque evidencia al destinatario aspectos  singulares  en el mensaje de modo que no haya falsa interpretación, vacío alguno, o al menos  que el vacío se  de en un grado inocuo. Se opone  a lo abstracto,  a lo  vago, a lo general,  a lo etéreo”.  Ser preciso es decir cuándo, dónde, quién, cómo. Mientras más se limiten la posibilidades de ambigüedades, mayor  será  la  precisión.  No es lo mismo decir: la  reunión podría ser  entre el miércoles y  el viernes, más o menos  a  las  cinco y pico de  la tarde, en la planta de la empresa,  que  decir la  reunión será el viernes a las cinco  en punto de la tarde, en la sala de  juntas.

2.    Ser conciso a la  hora  de comunicar.  Ser  conciso tiene  que  ver  con encontrar  el  punto de  equilibrio entre  lo lacónico y lo extenso, no  caer  en el riesgo de restar información fundamental e importante por tratar de no ser  extenso; pero también evitar  caer  en el extremo de sobrecargar la  comunicación de información irrelevante  que  al  final termina quitándole  fuerza  a lo  fundamental. Para ser  conciso es necesario  que el  emisor tenga presente algunos  aspectos como:

·         Lo fundamental. Es  decir, aquello que  no se  puede  dejar  de informar, lo que  todas las  personas a  quienes  se  dirige el mensaje  deben saber. Es la parte  que le  da  esencia  al  mensaje.
·         Lo importante. Tiene  que  ver  con la  parte  de la comunicación que interesa de  manera particular  a una  persona, además  de lo fundamental, lo que  para  una  persona es relevante, en ese  sentido si  el mensaje  va dirigido a  varias personas hay que tener presente qué  es lo importante  para  cada interesado o para cada grupo de interés.
·         El  tema.  La importancia  o  la novedad  del tema  definen la  longitud con la que  se  debe  elaborar. Si es  un tema  del que  ya  se  ha venido  comunicando información no es  necesario hacer  extenso repitiendo lo que ya  se  ha dicho.
·         El destinatario. La  extensión depende del nivel información que maneje  el destinatario,  también el interviene el nivel de  formación que ya que le permite  comprender  con  mayor  o menor  claridad la información.

3.    Discernir cuándo ser directo  o  cuando ser  indirecto al comunicar un mensaje. Esta  situación es una  habilidad que  debe  desarrollar  el  jefe para saber  actuar   adecuadamente  en cada situación. Hay momentos que  exigen del  jefe una actitud directa para dar una  información a  un empleado o  a un  grupo de  trabajadores de acuerdo a situaciones  como: la limitación del tiempo, la  amplitud  de temas  por  tratar,  la  madurez personal  del destinatario, la naturaleza  del  tema que no justifica  dar  rodeos para  informarlo;  de igual manera  hay  circunstancias en la que  se  requiere todo lo contrario ya  que  se  requiere  ganar la  atención del  oyente, sensibilizarlo para  algo. Juega un papel importante también la  gravedad  del asunto.

4.    Ser  oportuno en la comunicación. Ser oportuno está  relacionado  con  la  capacidad  del jefe para  dar la información útil o pertinente para una  situación concreta;  y darla en el momento  indicado de  manera que  su pertinencia  y utilidad puedan ser  utilizadas en el momento que se  requiere.

5.    Saber  informarse bien. En la medida  que el jefe se  relaciona con su gente, que interactúa,   visita  los  puestos  de trabajo y  es  capaz  de entrar en  la convivencia  del  día  a  día de  su  empresa, puede  tener información adecuada  que  le  ayuda  a tomar  decisiones y saber lo que pasa. Quien tiene la información tiene  el  poder, de manera que si el directivo se  informa,  no depende  de lo que  le  digan  otros  para tomar una   decisión. Para  desarrollar  esta acción el jefe debe saber  discernir  entre  la información importante y  el chisme  de  pasillo,  no tragar  entero, saber  escuchar  al uno  y al  otro, verificar  la  información e ir a  la  fuente y  constatar.

6.    Verificar  que  le  han entendido. Es muy  frecuente  que la información dada no  sea  comprendida  adecuadamente o  se  reciba de manera incompleta, el  receptor no logra  captar  bien la  información y  adicionalmente la  recibe incompleta ya sea  por  distracción u  otro motivo.  Para  ello es  fundamental dos  pasos: en primera instancia preguntar  al empleado si  ha  entendido y segundo no quedarse con la mera  repuesta; sino, verificar que lo  ha  entendido, para  ello es útil valerse  del parafraseo como técnica que  permite comprobar  que  el receptor  ha  entendido verdaderamente lo que  se le ha  comunicado. En tal sentido es  importante  que  el jefe  genere  confianza, que  sepa  preguntar en un  tono cordial y respetuoso de manera que  el  empleado no se  sienta presionado o torpe  en caso de  no haber entendido lo que en realidad  el jefe  le quería  comunicar.

En la medida que  el  jefe se comunique adecuadamente, los  beneficios  de  su  buena  comunicación  giraran en torno a  sus gestión y su  liderazgo, si el jefe comunica y lo hace  bien, su personal estará  alineado con los objetivos  organizacionales que  generarán resultados positivos no solo para  al empresa, sino para  su desempeño profesional como jefe.

No hay comentarios:

Publicar un comentario